jueves, 30 de agosto de 2007

Acurrucamientos...


Hoy hace un viento tan sumamente romántico…


Es viento de cerrar los ojos…, para poder acurrucarme y sonreír de forma muy linda, es feliz. Me estremezco no de frío, sino de sensaciones; es el placer que da, después del calor, hacerte una bolita entre una sábana, es maravilloso.

Me levanto y voy a por un pitillo y a ponerme música de fondo. No suelo soportar el silencio cuando estoy sola en casa… Aparece justamente Diego Torres con “Color esperanza” recordándome lo que quiero escuchar. Me encanta su álbum “Un Mundo Diferente” porque hasta en los bordes tiene optimismo…
Viene a la mente mi chico y me vuelve a invadir el viento… Pienso que me acurruco porque no lo tengo al lado, sino habría puesto una sábana en el césped, con algunas velitas cerca y le estaría abrazando con otra sábana por encima, por supuesto. Sus ojos probablemente estarían cerrados y yo estaría mirándolos, ignorando a las estrellas, fascinándome de que sea tan lindo…

Que vivan todos los elementos que nos recuerdan (porque lo sabemos) que cuanto más abierta está nuestra mirada, más sonreímos… Hasta que no subamos en una nave espacial, la gravedad siempre estará ahí, así que mejor tener la cabeza bien alta y dejar de pensar en lo que nos une al suelo… ^_^

martes, 28 de agosto de 2007


(Tenía pensado poner una foto, pero el blog ha decidido que con 25 años y un día no era posible...)


Ya está, ya tengo 25 años y un día. Genéticamente no tod@s estamos preparados para ello… Socialmente te preparan para los 18 y llegas a plantearte en qué cambiará tu mundo, qué quieres hacer y qué quieres tener hecho cuando llegues a esa mayoría de edad que creo tod@s hemos deseado…
Yo siempre he pecado de ingenuidad y, no de hacerme castillos en las nubes, sino urbanizaciones enteras de chalets adosados… Recuerdo que con 12 años sólo deseaba dos cosas materiales: mi moto y mi casa a los 18. No necesitaba mucho más, sólo que esos dos materiales ampliaran un poco más mi libertad… Y pensé, pensé mucho en mi día a día y en ese número mágico que te daba la gran mayoría de edad… Caí en la tentación de ver mi libertad hecha ladrillos y tuve la certeza de la lucha, la hice mía.
Pero ni yo misma me pregunté que podría pasar cuando tuviera 25… ¡¡Con lo grande que queda si lo transformas en un cuarto de siglo!! Y la pregunta quedó dentro de un chalet por construir…
Al final sólo llegas a plantearte razones para sonreír ese mismo día y los más cercanos, porque siempre solemos dejar que otras nos persigan y muchas veces, aunque carezcan de motivos, nos derroten. Y das un pasito y otro… Muchas veces sin preguntarte hacia donde vas porque no es que haya un destino, sino algo mucho más grave: un camino mínimo marcado que hay que seguir… Y estás dentro sin darte cuenta. No puedes tirar para detrás, ha desaparecido mientras ibas avanzando y la única posibilidad que queda es darte la vuelta y sentarte después de haber cogido aire por el impacto. Allí hay una gran pantalla donde sólo está lo que tu mente ha decidido guardar. Y puedes coger un bol de palomitas o un pañuelo y quedarte observando, a ver que te cuentas…
El momento en el que decides girarte es el peor. La luz de tu pantalla te ciega y, aunque no lo ves, detrás de ella el único marco posible es el vacío, el color negro. No puedes pretender ser un cangrejo teniendo cerebro… Luego ya, asimilado el momento, puedes levantarte y coger un pincel frente a tu cine. Ahora es probable que necesites el blanco y el azul, porque ver formas en las nubes ayuda a relajarse y hasta a encontrar respuestas… O, tal vez, sólo dibujes unas estrellas porque necesitas buscar deseos y preguntarle a la Luna…. A lo mejor dibujas una espiral de colores, representando el mareo que llevas… O quién sabe… También puedes coger un teclado, desahogarte y, más tarde, hacer una bifurcación en ese camino con el color amarillo porque tienes ganas de ser niña y ver al Mago de Oz…

Quién sabe lo que se le puede pasar por la cabeza a un proyecto de filósofa con 25 años y un día… Ni ella lo sabe… Hoy esta parada en el camino, sabiendo lo que tiene detrás, pero sin girarse… Quieta, observando el camino que estaba escrito, el de las baldosas amarillas y, con un pincel en la mano, planteándose una nueva ruta…

lunes, 27 de agosto de 2007

Allà vas, cabàs...


Me habéis recordado mis dilemas existenciales con las críticas (constructivas o no) a los escritores... En filosofía se ven bastantes puñaladas de unos a otros, bañadas de retórica, sí, pero eso no las hacen más sutiles. Siempre me he preguntado cual sería el buen juicio hacia un autor… Porque...
- Por un texto... todos podemos tener un mal día, no?
- Por una obra... Qué validez tiene si has escrito 100?
- Y sin saber el contexto de su vida... Pues le faltaría una parte de la base, porque también son humanos…
Creo que esto es lo primero que leo de Bucay (o tal vez lo segundo, pero como soy Dori...), pero me pilló en un día de meditar sobre lo que reparte la gente con sus pasos y actos… El “keep smiling” es contagioso, pero la tristeza, la apatía y el mal humor también y parece que eso se tiene menos en cuenta, aunque vaya entre líneas…
El hombrecillo no ganará un Nobel por contar esta vivencia, pero ha pillado una hoja en blanco y ha expresado optimismo. Tal vez eso merezca una publicación… Por una parte, sería bello…
Hay veces que leyendo me hierve la sangre… Y te planteas como aquello ha podido pasar por una imprenta y llegar a tus manos, pero es que juzgar me parece una palabra tan grande (aunque está claro que, por supuesto, yo también lo hago)… Me dan mucha rabia los juicios baratos, más aún si se parte de la ignorancia (aunque se puede disculpar porque nadie nace sabiendo ni muere sabiendo ni la mitad de cosas posibles), pero sobretodo, cuando simplemente se vomitan palabras sin pensar en las consecuencias… Abrir la boca para nada o para molestar, inclusive, me da mucha rabia.
Esto no va a referido a vosotros, eh, no lo penséis ni por un momento, sólo es que últimamente me rondan estas cosas por la cabeza… Y como estoy de exámenes y rallada, pues esto es lo que hay…

“Las Intermitencias de la Muerte” llegarán un día a mis manos… ;) Me encanta cuando lees algo y puedes imaginártelo cerca… Y me fascina darle vida a los objetos o a aquellas cosas que parece que no la tienen porque sólo se quedaron en una invención del ser humano…
La muerte es un tema que no me preocupa principalmente (porque, ¿cómo no darle valor si valoras el carpe diem?), pero me fascina todo lo que ha provocado socialmente… Creo que es uno de los principales miedos por los que se crearon las religiones y me asombra que, hoy por hoy, estas sigan existiendo en un número tan elevado… Pero este tema mejor no continuarlo porque sería encadenar demasiadas cosas…
Epicuro ya hizo su “tetráfarmaco” y, por supuesto, mencionó a la muerte. Nos dijo que no hay que preocuparse porque si ella está, tú no, y, si tú estás, ella no. Así de simple (en pocas palabras). Aquel día de instituto, cuando esto llegó a mis manos, además de ser plenamente feliz en un instante, empecé a plantearme el hedonismo muy seriamente…

Y bueno, hasta aquí hemos llegado por hoy, porque lo que iba a ser compartir un poco lo que se me pasaba por la mente, se ha convertido en un folio!! Jijijiji Esto en principio iba en comentarios, pero… Te-lo-changes… chu, chuuuuuuuu…

Besazos wapis!!! Y gracias por estrenar mi super blog :D

sábado, 25 de agosto de 2007


Empiezo desde la playa…


Esa playa que aún no he logrado averiguar en que estación del año me da más vida... Ni tampoco en que momento del día...



Con la magnificencia del cielo, la magia del amanecer, la fuerza de la arena, los suspiros de la brisa y las canciones del mar… Todo ello para daros la bienvenida y un pequeño consejo…






HAY QUE BUSCARSE UN AMANTE (DE JORGE BUCAY)


Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas, como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores. Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en que ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.
Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnostico seguro: “Depresión" y la infaltable receta del antidepresivo de turno.Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ES UN AMANTE. Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto.Están las que piensan: ¡Como es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica! Y también están las que escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más. A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición: Amante es: "Lo que nos apasiona". Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido. A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby...
En fin, es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida" y nos aparta del triste destino de durar. Y ¿que es durar? - Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia. Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana. Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, se vos también un amante y un protagonista... de la vida. Pensá que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie. Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante…

La psicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental"Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida".....Si!!!